Tras el sorpresivo ataque masivo del grupo radical Hamás en contra de Israel el pasado 7 de octubre, muchos empezaron a preguntarse ¿cómo fue posible que el gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu ni el sofisticado aparato de inteligencia israelí no pudieron prever ni prevenir el ataque?, que puso por momentos a Israel en jaque y en una situación de vulnerabilidad.
Foto: Redes sociales |
Por: Gabriel Infante Carrillo
La periodista independiente y podcaster israelí, Efrat Fenigson, publicó un video ese mismo día del ataque en sus redes sociales comentando sobre lo ocurrido. En dicho video ella plantea serias dudas sobre la inteligencia israelí, dado al hecho, según comenta ella, que hace un año hubo una operación militar en Gaza con el objetivo de prepararse para este tipo de eventos y que continuamente hay entrenamientos para este tipo de escenarios. Asimismo hace notar que en 2021, Israel desplegó exitosamente barreras subterráneas con sensores para alertar intrusiones de terroristas, por lo que cuestiona:
“Israel tiene uno de los ejércitos más avanzados y de mayor tecnología, ¿cómo es que hubo nula respuesta a la violación de la frontera y de la valla?”
Foto: Cuenta de Efrat Fenigson |
Fenigson, al haber servido hace 25 años en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el área de inteligencia, asegura que no hay manera de que Israel no supiera de lo que se venía. En su opinión, le parece que este ataque sorpresivo fue una operación planeada en todos los frentes, y que se trata quizá del mayor fracaso del Estado israelí, desde la guerra de Yom Kippur hace 50 años, en la protección del pueblo israelí.
Dos días después se supo que el ministro de inteligencia de Egipto, Abbas Kamell se comunicó con el primer ministro Netanyahu 10 días previo al sorpresivo ataque de Hamás, en la que le alertó de que “algo inusual, una operación terrible” estaba a punto de tener lugar en Gaza. De acuerdo a una declaración de una fuente de la inteligencia egipcia al medio israelí Ynet, de que Abbas quedó “sorprendido por la indiferencia” y de la respuesta de Netanyahu, que le dijo de que las FDI estaba enfocada en la zona de Cisjordania donde “mortales ataques terroristas” se estaban llevando a cabo.
El ataque de Hamás se da justo cuando Israel ha venido viviendo meses de multitudinarias protestas contra el gobierno del primer ministro Netanyahu, sobre todo por la reforma judicial, que le quita la facultad a la Corte Suprema de anular decisiones del gobierno. Además, Netanyahu está inmerso en un juicio de corrupción en el que se le acusa de fraude, cohecho y abuso de confianza.
Ante los hechos, es difícil no pensar de la posibilidad de que Israel sí sabía de un posible ataque por parte de Hamás y lo permitió para que Netanyahu lo utilizará políticamente a su favor, y así crear una cortina de humo para distraer a la opinión pública israelí de la crisis política interna y de su juicio por corrupción. Además esto le permitió justificar un ataque masivo contra la franja de Gaza y llevar a cabo lo que expresó en 2001 en una conversación privada, y que fue filmada por una cámara oculta, de que Israel tiene que “golpear a los palestinos duramente, muchos golpes que le hagan pagar el precio de enfrentarnos”.
Sin duda, Netanyahu y su gobierno, así como los servicios de inteligencia y seguridad tienen mucho que explicarle al pueblo israelí, de lo que realmente sucedió y porqué falló todo los sistemas de seguridad que permitió a Hamás llevar a cabo con relativa facilidad este ataque desde todos los frentes: tierra, aire y mar, y que cobró la vida de civiles, de lo contrario seguirá habiendo sospecha como la de la periodista independiente israelí, Efrat Fenigson:
“Se siente como si el pueblo de Israel y el pueblo de Palestina hubieran sido vendidos, una vez más, a los poderes superiores”.
Y así parece, una amplía mayoría de israelíes, más del 75%, consideran como responsable al gobierno de que se diera el ataque como reveló una encuesta realizada por Dialog Center poll.
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