“Yo no veo a Esteban Cervantes como un héroe, de alguna manera, sus acciones no sólo puso en peligro su vida, sino también de los otros pasajeros”.
Por: Gabriel Infante Carrillo
Esteban Cervantes Barrera, un obrero, quién confrontó al hombre armado, Luis Felipe Hernández, quién abrió fuego indiscriminadamente en la estación de metro Balderas, cerca del centro de la Ciudad de México, murió en su intento por someterlo. Después del suceso, el gobierno de la ciudad lo declaró como un ‘héroe’ y prometió darle a la familia una pensión de por vida de un millón de pesos, pensión que se les da a las familias de policías que mueren en su deber.
No quiero que nadie piense que soy insensible, pero no veo a Esteban Cervantes como un héroe, de alguna manera sus acciones no sólo puso en peligro sus vida, sino también de los otros pasajeros”. No podemos subestimar a un hombre que tiene en su poder una arma de fuego su estado mental y como pudiera reaccionar, especialmente cuando se sintiera amenazado y después de haber matado a un policía. Afortunadamente no hubieron más victimas mortales, pero hubieron al menos 8 personas heridas de bala y una decena fueron heridos debido a que tropezaron o fueron aplastados por los abarrotados túneles y escaleras de la estación de metro, y unos tantos más estaban en estado de crisis. Cabe destacar, que la estación Balderas es una estación de trasbordo; el andén de la línea 3 fue donde ocurrió la balacera se ubica debajo del andén de la línea 1. Entonces podemos imaginar lo atiborrado que estaba la estación a la 5 de la tarde de ese viernes, los pasajeros no tuvieron una salida fácil.
Respecto al titulo de ‘Héroe’ dado al señor Cervantes y la pensión de vida a su familia, en mi particular punto de vista, estas acciones tomadas por el gobierno de la ciudad fue sólo para confortar a la familia y hacerles saber que no murió en vano, pero también se puede interpretar como una acción para evitar las criticas de la opinión pública y de los medios de comunicación. Las autoridades de la Ciudad de México no deberían sentirse responsable por la muerte de Esteban Cervantes, fue él quien decidió confrontar al hombre armado, sabiendo que estaba poniéndose en peligro. De acuerdo con miembros de la familia, lo describen como alguien incapaz de no quedarse callado ante las injusticias y de comportamientos anti-sociales. Efectivamente es de admirarse su convicción con la justicia social, pero hay otras formas de lograr esto como ciudadano, pero la tarea de someter y detener a Luis Felipe Hernández es exclusiva competencia de las fuerzas policíacas.
No veo ninguna razón del porqué la pensión que el gobierno le ofreció a la familia, si ese dinero esta destinado para las familias de los policías que mueren en su deber, y tomando en cuenta que son muy mal pagados.
Estoy muy conciente, como ciudadano de la Ciudad de México, y como muchos que vivimos en esta enorme metrópolis, estamos cansados y sentimos impotencia por la criminalidad e inseguridad que prevalece no sólo en esta ciudad, sino en todo el país, así como la incompetencia de las autoridades, pero tomar la justicia en nuestras propias manos no nos hará ningún bien, esto nos puede llevar a un estado de anarquía. Nuestro papel como ciudadano es exigir a las autoridades en que hagan su trabajo y denunciar cualquier acto de criminalidad, esto puede sonar inútil, pero de ninguna manera nosotros los ciudadanos tenemos que ponernos en peligro haciendo el trabajo de las autoridades.
Con lo anterior, no estoy tratando de desacreditar a Esteban Cervantes Barrera y su familia, por el contrario, creo firmemente que, él no debió morir y dejar a toda una familia llena de tristeza y dolor. Estoy totalmente de acuerdo con el hermano de Esteban, cuando él declaró a los medios locales “si este fue el precio para que pudiera ser reconocido como héroe, hubiera preferido que no hiciera lo que hizo”.
Por: Gabriel Infante Carrillo
Esteban Cervantes Barrera, un obrero, quién confrontó al hombre armado, Luis Felipe Hernández, quién abrió fuego indiscriminadamente en la estación de metro Balderas, cerca del centro de la Ciudad de México, murió en su intento por someterlo. Después del suceso, el gobierno de la ciudad lo declaró como un ‘héroe’ y prometió darle a la familia una pensión de por vida de un millón de pesos, pensión que se les da a las familias de policías que mueren en su deber.
No quiero que nadie piense que soy insensible, pero no veo a Esteban Cervantes como un héroe, de alguna manera sus acciones no sólo puso en peligro sus vida, sino también de los otros pasajeros”. No podemos subestimar a un hombre que tiene en su poder una arma de fuego su estado mental y como pudiera reaccionar, especialmente cuando se sintiera amenazado y después de haber matado a un policía. Afortunadamente no hubieron más victimas mortales, pero hubieron al menos 8 personas heridas de bala y una decena fueron heridos debido a que tropezaron o fueron aplastados por los abarrotados túneles y escaleras de la estación de metro, y unos tantos más estaban en estado de crisis. Cabe destacar, que la estación Balderas es una estación de trasbordo; el andén de la línea 3 fue donde ocurrió la balacera se ubica debajo del andén de la línea 1. Entonces podemos imaginar lo atiborrado que estaba la estación a la 5 de la tarde de ese viernes, los pasajeros no tuvieron una salida fácil.
Respecto al titulo de ‘Héroe’ dado al señor Cervantes y la pensión de vida a su familia, en mi particular punto de vista, estas acciones tomadas por el gobierno de la ciudad fue sólo para confortar a la familia y hacerles saber que no murió en vano, pero también se puede interpretar como una acción para evitar las criticas de la opinión pública y de los medios de comunicación. Las autoridades de la Ciudad de México no deberían sentirse responsable por la muerte de Esteban Cervantes, fue él quien decidió confrontar al hombre armado, sabiendo que estaba poniéndose en peligro. De acuerdo con miembros de la familia, lo describen como alguien incapaz de no quedarse callado ante las injusticias y de comportamientos anti-sociales. Efectivamente es de admirarse su convicción con la justicia social, pero hay otras formas de lograr esto como ciudadano, pero la tarea de someter y detener a Luis Felipe Hernández es exclusiva competencia de las fuerzas policíacas.
No veo ninguna razón del porqué la pensión que el gobierno le ofreció a la familia, si ese dinero esta destinado para las familias de los policías que mueren en su deber, y tomando en cuenta que son muy mal pagados.
Estoy muy conciente, como ciudadano de la Ciudad de México, y como muchos que vivimos en esta enorme metrópolis, estamos cansados y sentimos impotencia por la criminalidad e inseguridad que prevalece no sólo en esta ciudad, sino en todo el país, así como la incompetencia de las autoridades, pero tomar la justicia en nuestras propias manos no nos hará ningún bien, esto nos puede llevar a un estado de anarquía. Nuestro papel como ciudadano es exigir a las autoridades en que hagan su trabajo y denunciar cualquier acto de criminalidad, esto puede sonar inútil, pero de ninguna manera nosotros los ciudadanos tenemos que ponernos en peligro haciendo el trabajo de las autoridades.
Con lo anterior, no estoy tratando de desacreditar a Esteban Cervantes Barrera y su familia, por el contrario, creo firmemente que, él no debió morir y dejar a toda una familia llena de tristeza y dolor. Estoy totalmente de acuerdo con el hermano de Esteban, cuando él declaró a los medios locales “si este fue el precio para que pudiera ser reconocido como héroe, hubiera preferido que no hiciera lo que hizo”.
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Foto: Cuerpo de Esteban Cervantes Berrera después de ser disparado en la cabeza
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