Los grandes perdedores de las elecciones legislativas

“El Congreso estará albergando un grupo de individuos que llegaron ahí con un respaldo mínimo de la ciudadanía, por lo que ahora estarán obligados a trabajar y dar resultados a los ciudadanos, en lugar de atender los intereses de sus respectivos partidos”.

Por: Gabriel Infante Carrillo

Las elecciones intermedias del 5 de julio trajo un panorama sumamente curiosos, por un lado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vuelve a ser primera fuerza política al obtener una mayoría en el Congreso con 237 de los 500 curules, por lo que el partido oficialista, Partido Acción Nacional (PAN) regresa a ser segunda fuerza, después de 9 años, y esto dificultará los tres últimos años del gobierno de Felipe Calderón. En segundo lugar, también triunfa el voto nulo y el abstencionismo, ya que la suma de ambos representa un 61% del padrón electoral, por lo que esto es un claro signo que el sistema político mexicano vive una profunda crisis de representatividad, y que se veía venir con el movimiento del voto nulo o voto en blanco, y simplemente los partidos políticos lo ignoraron.

A pesar de que el voto nulo fue de un 6 % a nivel federal junto con el abstencionismo que fue 55%, indudablemente influyó en el avance del PRI y el retroceso electoral del PAN. El triunfo del PRI muestra una vez más que el voto duro de éste sigue teniendo fuerza, por lo que el abstencionismo y el voto nulo sin lugar a duda les beneficio. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que en esta elección el priísmo tuvo a su favor los pésimos resultados que han dado los gobiernos panistas y las divisiones internas del partido izquierdista, Partido de la Revolución Democrática (PRD), que vuelve ser tercera fuerza política tras obtener el 12% de los votos a nivel federal.

Otro factor del desastre electoral del PAN, en mi punto de vista, fue a causa de la campaña negativa que realizó en Internet el propio presidente nacional del partido, Germán Martínez; ingenuamente pensaba que seguir con la línea de hacer este tipo de campañas, cuyo objetivo es el ataque al contrincante, en este caso al PRI, les iba a resultar favorable como en el 2006. Incluso desde el principio de las campañas, las encuestas siempre apuntaba al PRI a la cabeza, por lo que Germán Martínez intensificaba sus críticas a ésta en sus video blog en el portal de Youtube, al señalarlos de ser un partido vinculado al narco. De igual forma tampoco les beneficio mucho vincular sus campañas con los llamados “éxitos del presidente Calderón”, ya que quedo muy claro en estos comicios que el electorado les dio su voto de castigo, ya que no representa un opción real.

Por otro lado, los pésimos resultados que obtuvo el PRD, al pasar de ser la segunda fueraza política a la tercera, se debió, en mi muy particular punto de vista a tres factores fundamentales:
1.- Las disputas internas del partido que se empezó a dar desde la elección interna para elegir presidente de partido, que incluso llego a los tribunales.
2.- El hecho de que el ex candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador optó por apoyar en varias entidades a candidatos de partidos de izquierda minoritarios como el Partido del Trabajo y el Partido Convergencia, hizo que el voto del PRD se dividiera.
3.- El protagonismo del presidente del partido, Jesús Ortega durante las campañas, ya que su imagen tuvo mayor presencia que de los propios candidatos.

En conclusión, para mi el gran ganador fue la abstencionismo y el voto nulo, a pesar de que el PRI es mayoría en el Congreso, sin embargo sólo obtuvo 12.5 millones de votos, 16% del electorado, por lo que el Congreso estará albergando un grupo de individuos que llegaron ahí con un respaldo mínimo de la ciudadanía, por lo que ahora estarán obligados a trabajar y dar resultados a los ciudadanos, en lugar de atender los intereses de sus respectivos partidos. Ojalá que los partidos hayan aprendido la lección con estos comicios. Espero que no este pecando de ingenuo.

Esta prohibida su publicación de forma total o parcial de cualquier forma o medio sin prevía autorización de su autor. D.R EquisY: Los ejes de la información 2009


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