Un voto nulo no es un cheque en blanco

“¿Por qué están tan preocupados los partidos políticos y el Instituto Federal Electoral? La realidad es que los votos nulos tienen mayor peso de lo que nos quieren hacer creer[…]”


Por Gabriel Infante Carrillo

Columnista

El movimiento para anular el voto sigue tomando fuerza, el día miércoles 17, el diario Reforma publicó una encuesta en la cual revela que de mayo a junio pasó del 10 al 15% los electores dispuestos a ir a las urnas el 5 de julio y anular su voto. Uno pensaría que esta cifras es aún muy baja, pero si tomamos en cuenta que el porcentaje promedio de anulación en pasadas elecciones ha sido de 2%, a causa de mera distracción por parte de algunos electores a la hora de emitir su voto, pero hoy en día se va anular de forma conciente, razón por la cual los partidos y autoridades electorales están muy preocupados.

La semana pasada recibí un correo por parte de un lector, donde me expone sus razones por la cual está decidido anular su voto, y en la que me expresa su hartazgo de escuchar promesas y no ver resultados; tanto él como su esposa tienen que trabajar para poder vivir al día, ya que los salarios cada vez rinde menos, mientras ve con impotencia como los partidos despilfarran el dinero público, para bombardearnos a todos incesantemente por todos los medios posibles con su propaganda para convencernos de elegirlos, pero una vez en el poder se olvidan de los ciudadanos y de sus promesas, razón por la cual, como forma de protesta acudirá a las urnas para anular su voto.

Hay que subrayar que este movimiento no sólo invita a que consideremos anular el voto como forma de protesta, sino también incluye una serie de demandas como es reducir el número de diputados y senadores; eliminar la figura plurinominal; permitir candidatos independientes entre otros. Sin embargo, el empresario Alejandro Martí, padre de Fernando Martí, que fue secuestrado y asesinado el año pasado, sugiere que no hay que votar por aquellos candidatos que no se hayan comprometido a cumplir sus promesas de campañas ante un notario público, algo que me parece, con todo respeto, ridículo y sin ninguna viabilidad, pues ya sabemos muy bien como se manejan los políticos para no cumplir con lo pactado.

Hay que recordar que Alejandro Martí, en su discurso en el Consejo Nacional de Seguridad Pública, el 21 de agosto de 2008, le sugirió a todos los funcionarios públicos “si no pueden renuncien”. Hasta la fecha no he sabido de ningún funcionario que haya renunciado, y no es que la situación haya mejorado, pues Ana Franco de Wattnem, presidenta del organismo cívico México Unido Contra la Delincuencia, señaló el pasado miércoles los siguiente: “Que después de dar seguimiento puntual a los compromisos podemos afirmar que el Acuerdo para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad es a todas luces insuficiente y los tres órdenes de gobierno mantienen en el descuido los mecanismos y procesos para una mejor seguridad pública". Si el primer llamado del Señor Martí fue ignorado por la clase política ¿cuál es la garantía de que los candidatos que se comprometieron ante un notario público, dejen su cargo en caso de no cumplir? Además ¿quién decide si están cumpliendo o no? ¿los ciudadanos? Lo dudo. De igual manera afirma que el “voto en blanco, es un cheque en blanco”, ya que asegura que beneficiará al voto duro, entonces ¿por qué están tan preocupados los partidos políticos y el Instituto Federal Electoral? La realidad es que entre menos votos reciben los partidos disminuye el financiamiento de estas e incluso pueden llegar a perder el registro ante el IFE. Es claro que esta iniciativa si se llega a cristalizar, sería un duro golpe para los partidos y bien merecida, a pesar de que Vicente Fox diga que es una jalada.

Esta prohibida su publicación de forma total o parcial de cualquier forma o medio sin prevía autorización de su autor. D.R EquisY: Los ejes de la información 2009


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