“La realidad es que en la actualidad la actuación del IFE ha dejado mucho que desear y no han logrado cumplir plenamente los objetivos que se planteo hace casi dos décadas”.
Por: Gabriel Infante Carrillo.
Los políticos mexicanos siempre encuentra alternativas ante las adversidades que ellos mismo propician, esto puede sonar irónico, pero así ocurre. Recientemente la periodista mexicana, Carmen Aristeguí dio a conocer en su programa de radio unos fragmentos de una entrevista que le hizo al ex presidente mexicano, Miguel de la Madrid (1982-1988), para su libro, próximo a publicarse. En dicha entrevista el ex mandatario mexicano afirma tajantemente que “la ley estorba a la política y la corrupción mueve al sistema”. Esto no es ninguna sorpresa para nadie aquí en México, pero lo relevante de esto es que lo diga un ex – presidente salido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que propició esto.
El 5 de julio México irá a los centros de votación para renovar el Congreso y de igual modo habrá elecciones locales en varias entidades del país, sin embargo, hoy en día parece que no es un momento idóneo para hacer política en el país, y no precisamente por la influenza A H1N1, sino porque la credibilidad de los partidos políticos, los políticos en general y el Instituto Federal Electoral (IFE), éste último sobre todo, encargada de organizar y velar los procesos electorales federales, están por los suelos.
Tras la polémica elección presidencial de 2006, la credibilidad del IFE se vio vulnerada y ha ido en picada desde entonces, y sobre todo se puso en duda su independencia. Desde su creación hace 19 años se le dijo a la sociedad mexicana que el surgimiento de dicho ente público era “en respuesta a las exigencias ciudadanas de contar con una institución electoral imparcial, que brindará plena certeza, transparencia y legalidad a los partidos en contienda como un paso de la democratización del país.” La realidad es que en la actualidad la actuación del IFE ha dejado mucho que desear y no han logrado cumplir plenamente los objetivos que se planteo hace casi dos décadas.
Con la reforma electoral que aprobaron los partidos en 2007, en respuesta a las fallas, abusos y las tropelías competidas por todos los actores políticos durante la contienda presidencial, y que sencillamente el IFE evadió o no pudo con la enorme responsabilidad por la cual fue creada, llevando a un conflicto postelectoral que dividió políticamente al país y dejando así una profunda incertidumbre en el país de quién ganó realmente la elección. El objetivo de dicha reforma pretende reducir el tiempo de campañas electorales; prohibir campañas negativas, y la regulación de los tiempos de propaganda en los medios de comunicación, con la finalidad de que haya equidad, por lo que se prohibió la contratación directa en los medios electrónicos: Radio y Televisión, por lo que ahora se hace a través de los tiempos del Estado, trastocando así los intereses económico de las dos grandes cadenas de televisión de éste país. Esto generó una gran inconformidad, por lo que Televisa y TV Azteca, reaccionaron argumentando que dicha reforma atentaba con la libertad de expresión, con la única finalidad de desacreditar la reforma. Las críticas hechas por estas dos televisoras hicieron doblegar a los legisladores hasta el punto de que muchos de éstos se retractasen de lo que habían aprobado, no por nada decimos que en México no hay una democracia sino una telecracia.
Ahora que están en marcha las campañas políticas, la ley electoral quedó sólo en el papel, por lo que los partidos como las televisoras pasan por encima de ésta ante los ojos de todos, sin el más mínimo remordimiento, total la institución encargada de sancionar esto, vive en un estado de letargo que le impide asumir plenamente su función como autoridad electoral. Ahora resulta que están más preocupados por querer que se regulé el Internet para poder sancionar la propaganda negativa de candidatos, organizaciones civiles y de ciudadanos comunes, que se difunden principalmente en Youtube, sabiendo que es imposible que el Estado pueda regular este medio de difusión de información y entretenimiento, de la misma manera que se hace con el al espectro electromagnético. Además esas campañas negativas, de ninguna manera ponen en peligro la equidad de la elección, ya que sólo 22.3 millones de personas hacen uso o tienen acceso al Internet de un país con un poco más de cien millones de habitantes*, por lo que éstas no representan realmente un gran impacto en la población con derecho a votar.
Sólo espero que los errores cometidos por el IFE no sea un factor que ahuyenté a los ciudadanos a ir a votar por su candidato o partido de elección o simplemente anular su voto como muestra de inconformidad, lo importante es participar.
*Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
Por: Gabriel Infante Carrillo.
Los políticos mexicanos siempre encuentra alternativas ante las adversidades que ellos mismo propician, esto puede sonar irónico, pero así ocurre. Recientemente la periodista mexicana, Carmen Aristeguí dio a conocer en su programa de radio unos fragmentos de una entrevista que le hizo al ex presidente mexicano, Miguel de la Madrid (1982-1988), para su libro, próximo a publicarse. En dicha entrevista el ex mandatario mexicano afirma tajantemente que “la ley estorba a la política y la corrupción mueve al sistema”. Esto no es ninguna sorpresa para nadie aquí en México, pero lo relevante de esto es que lo diga un ex – presidente salido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que propició esto.
El 5 de julio México irá a los centros de votación para renovar el Congreso y de igual modo habrá elecciones locales en varias entidades del país, sin embargo, hoy en día parece que no es un momento idóneo para hacer política en el país, y no precisamente por la influenza A H1N1, sino porque la credibilidad de los partidos políticos, los políticos en general y el Instituto Federal Electoral (IFE), éste último sobre todo, encargada de organizar y velar los procesos electorales federales, están por los suelos.
Tras la polémica elección presidencial de 2006, la credibilidad del IFE se vio vulnerada y ha ido en picada desde entonces, y sobre todo se puso en duda su independencia. Desde su creación hace 19 años se le dijo a la sociedad mexicana que el surgimiento de dicho ente público era “en respuesta a las exigencias ciudadanas de contar con una institución electoral imparcial, que brindará plena certeza, transparencia y legalidad a los partidos en contienda como un paso de la democratización del país.” La realidad es que en la actualidad la actuación del IFE ha dejado mucho que desear y no han logrado cumplir plenamente los objetivos que se planteo hace casi dos décadas.
Con la reforma electoral que aprobaron los partidos en 2007, en respuesta a las fallas, abusos y las tropelías competidas por todos los actores políticos durante la contienda presidencial, y que sencillamente el IFE evadió o no pudo con la enorme responsabilidad por la cual fue creada, llevando a un conflicto postelectoral que dividió políticamente al país y dejando así una profunda incertidumbre en el país de quién ganó realmente la elección. El objetivo de dicha reforma pretende reducir el tiempo de campañas electorales; prohibir campañas negativas, y la regulación de los tiempos de propaganda en los medios de comunicación, con la finalidad de que haya equidad, por lo que se prohibió la contratación directa en los medios electrónicos: Radio y Televisión, por lo que ahora se hace a través de los tiempos del Estado, trastocando así los intereses económico de las dos grandes cadenas de televisión de éste país. Esto generó una gran inconformidad, por lo que Televisa y TV Azteca, reaccionaron argumentando que dicha reforma atentaba con la libertad de expresión, con la única finalidad de desacreditar la reforma. Las críticas hechas por estas dos televisoras hicieron doblegar a los legisladores hasta el punto de que muchos de éstos se retractasen de lo que habían aprobado, no por nada decimos que en México no hay una democracia sino una telecracia.
Ahora que están en marcha las campañas políticas, la ley electoral quedó sólo en el papel, por lo que los partidos como las televisoras pasan por encima de ésta ante los ojos de todos, sin el más mínimo remordimiento, total la institución encargada de sancionar esto, vive en un estado de letargo que le impide asumir plenamente su función como autoridad electoral. Ahora resulta que están más preocupados por querer que se regulé el Internet para poder sancionar la propaganda negativa de candidatos, organizaciones civiles y de ciudadanos comunes, que se difunden principalmente en Youtube, sabiendo que es imposible que el Estado pueda regular este medio de difusión de información y entretenimiento, de la misma manera que se hace con el al espectro electromagnético. Además esas campañas negativas, de ninguna manera ponen en peligro la equidad de la elección, ya que sólo 22.3 millones de personas hacen uso o tienen acceso al Internet de un país con un poco más de cien millones de habitantes*, por lo que éstas no representan realmente un gran impacto en la población con derecho a votar.
Sólo espero que los errores cometidos por el IFE no sea un factor que ahuyenté a los ciudadanos a ir a votar por su candidato o partido de elección o simplemente anular su voto como muestra de inconformidad, lo importante es participar.
*Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)
Esta prohibida su publicación de forma total o parcial de cualquier forma o medio sin prevía autorización de su autor. D.R EquisY: Los ejes de la información 2009
Comentarios
Saludos,
Gabriel.