Por: Gabriel Infante CarrilloA ocho días para asumir la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama se reunió con el presidente mexicano Felipe Calderón en la capital estadounidense, en la que le manifestó su compromiso para trabajar de manera estrecha con el gobierno mexicano, en especial en la lucha contra el narcotráfico.
Cabe señalar que desde que el presidente Calderón inició su supuesta guerra “frontal” contra el narcotráfico; el gobierno mexicano ha expresado en múltiples ocasiones que para poder combatir efectivamente el narcotráfico, debe ser una tarea compartida, ya que Estados Unidos es el principal consumidor de droga producida en México. Esto evidentemente suena lógico, sin embargo, el combate contra el crimen organizado y el narcotráfico que lleva encabezando por dos años el presidente Felipe Calderón no es del todo sincero, y es algo que debe tener muy presente el gobierno de Obama.
En los últimos meses he estado comentando sobre la complicidad y vínculos del secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna y de sus cercanos colaboradores con la industria del secuestro y el narcotráfico, y algunos casos son participes de estas actividades ilícitas; la periodista Anabel Hernández exhibe esto detalladamente y bien documentado, en su más reciente libro “Los cómplices del presidente”. Las evidencias contra García Luna y su gente es tal, que es para que toda la sociedad mexicana estemos realmente preocupados.
Empecemos por el secretario de Seguridad Pública Federal, que tiene un negro historial como servidor público en el área de inteligencia y policíaca. Para muestra un botón, ni siquiera aprobó los exámenes de confianza: psicológicos, polígrafo y toxicológicos junto con su entrañable amigo Edgar Eusebio Millán para ingresar al recién creado Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en 1989, de todos modos ingresaron y marco el inicio de la carrera policial de ambos. Durante el sexenio de Vicente Fox, García Luna, siendo director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) brindaba protección al cártel de Sinaloa, y así se lo hicieron ver al entonces coordinador general del fideicomiso para apoyar el cambio de administración del Ejecutivo Federal, Juan Camilo Mouriño, un grupo de generales con pruebas en manos y con una serie de fotografías donde aparecen el equipo cercano de García Luna acompañados por narcotraficantes entre ellos a los hermanos Arturo y Alfredo Beltrán Leyva, así como transcripciones de llamadas telefónica dónde pactaban y cobraban con narcotraficantes.
Al igual que García Luna, Edgar Millán tiene un historial negro. Siendo Jefe de anti- secuestro de la Procuraduría General de la República, la Procuraduría del Estado de México lo señaló como uno de los presuntos responsables de la extorsión a Enrique Salinas de Gortari —hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari— y que fue el móvil de su asesinato en 2004. Bajo la batuta de Genaro como secretario de la SSP, fungió hasta el 8 de mayo del 2008, día de su asesinato, como coordinador general de Seguridad Regional .
Otro funcionario y amigo de Genaro García Luna desde que fueron compañeros en el Cisen, es Luis Cárdenas Palomino, que funge actualmente como Coordinador General para la Prevención del Delito, y que fue jefe de Lorena González Hernández, acusada como una de las secuestradoras de Fernando Martí. Cabe mencionar que Cárdenas Palomino en 1987 fue acusado de triple homicidio; el delito quedo impune, gracias a que su padre Cuauhtémoc Cárdenas Ramírez, que fue ex director de la Policía Judicial del DF. Un año después ingreso a la policía.
Con todo lo anterior, como se atreve el presidente Calderón engañar a Obama, al decir que:
“Mientras más seguro este México, también estará más seguro Estados Unidos”.
Calderón sabe bien quién es su secretario de Seguridad Pública Federal, lo que todos nos preguntamos ¿porqué no lo destituye? Anabel Hernández, asegura en su libro que tanto Genaro García Luna como el extinto secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño son los hombres más cercano al presidente Calderón, los que ejercen mayor influencia sobre el presidente que cualquier otro miembro del gabinete. Esto me hace pensar y también lo ha llegado a comentar el periodista Miguel Angel Granados Chapa, que García Luna sabe algo de Felipe Calderón que lo puede perjudicar si sale a la opinión pública, por lo que seguramente lo tiene amenazado para que lo siga manteniendo en su puesto.Lo único que le pediría al presidente Barack Obama, como parte de la ayuda que ofreció a México para el combate al narcotráfico, es que presione al presidente Felipe Calderón para que destituya a Genaro García Luna, de lo contrario estoy seguro que éste se encargara de entorpecer la colaboración bilateral, como lo viene haciendo desde que inició esta fallida "guerra" contra el crimen organizado, al estar protegiendo a secuestradores, narcotraficantes e incluso incubrir a sus colaboradores cuando estos se ven involucrados en algún delito.
Como he dicho en anteriores comentarios y columnas de opinión, mientras siga este personaje como titular de la SSP, la situación de inseguridad e impunidad seguirá agravándose.
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