¿La Ciudad de México militarizada?

Por Gabriel Infante Carrillo

Tras los funerales de Silvia Vargas, hija de Nelson Vargas, empresario deportivo y ex director de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) durante el gobierno del presidente Vicente Fox (2000-2006); la activista anti-secuestro Isabel Miranda de Wallace, declaró ante medios de comunicación que la inseguridad del país se ha salido fuera de control desde hace tres años, por lo que es necesario que las autoridades tomen medidas drásticas. Entre estas medidas sugirió que el Ejército Mexicano efectué patrullajes en las calles de la Ciudad de México para terminar con la impunidad, pues ella asegura que es una de las ciudades más violenta del país.

Evidentemente, coincido con la señora Wallace de que el país se está perfilando hacia una anarquía, sin embargo, estoy en total desacuerdo que el ejército patrulle las calles de la Ciudad de México, por las siguientes razones.

1.- Desde que inició hace dos años la llamada guerra contra el crimen organizado y el presidente Felipe Calderón desplegó al ejército en puntos estratégicos del país para combatir al narcotráfico, se han ido presentado casos de abuso de poder y violaciones contra los derecho humanos, en la que se ha visto involucrado éste. Entre las situaciones que se han presentado han sido violaciones de mujeres en operativos militares y disparar contra civiles por no detenerse en los retenes, como fue el caso de una familia abordo en una camioneta, en la que murieron cinco personas entre ellas dos niños y tres más resultaron heridos, ocurrido el primero de junio de 2007, en el poblado La Joya, en la municipalidad Sinaloa de Leyva. Esto último me preocupa de sobre manera, ya que muchas personas prefieren no detenerse por temor de ser secuestrado, asaltado o agredido. Cabe recordar que el secuestro de Fernando Martí de 14 años, ocurrido en la Ciudad de México, se pudo ejecutar precisamente por que el chofer se detuvo en un supuesto reten de la Policía Federal Preventiva (PFP) y en la que participó una agente de esa misma corporación.

2.- Tener elementos del ejército en las calles de la Ciudad de México más que beneficiarnos nos puede perjudicar en el aspecto económico y turístico. Cabe destacar que el DF es el principal centro económico del país, por lo que la presencia de militares puede ahuyentar a las empresas trasnacionales e inversionistas, y en consecuencia sería un duro golpe para la economía del país; en lo turístico afectaría una de las fuentes de ingreso económico que genera la cuidad.

3.- Desde el inicio de la guerra contra narcotráfico, periodistas y medios de comunicación en las entidades donde ocurren los enfrentamientos se les ha dificultado mucho poder llevar acabo su labor periodística, no sólo por amenazas y agresiones por parte del crimen organizado, sino también por parte de elementos del ejército como fue el caso de Jorge Inzunza, reportero del diario “Sol de Sinaloa”, que fue golpeado y despojado de su cámara fotográfica, ocurrido el 4 de agosto. También tenemos el caso del periodista Jesús Lemus Barajas, director del diario “El Tiempo”, en el que soldados registraron su domicilio sin una orden de cateo, debido a que se le acusa supuestamente por narcotráfico y se encuentra preso en el penal de Puente Grande, Jalisco desde el 15 mayo.

En el caso de la Ciudad de México, de por sí realizar la labor periodística es algo difícil, por los abusos de algunos elementos de seguridad pública, imagínese con la presencia del ejército. Cabe recordar que México se le considera como el país más peligroso para ejercer el periodismo (seguido por Irak), debido a las agresiones y asesinatos de periodistas.

Por todo lo anterior, lo que propone Isabel Miranda de Wallace, es inviable y exhorto a Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno del DF (alcalde de la Ciudad de México) a que no permita que el ejército tome las calles de la ciudad.

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