Por: Gabriel Infante Carrillo
“A casi de 200 años de la gesta de la guerra de la independencia,México no ha podido superar sus carencias, como la desigualdad social, la pobreza y sobre todo ha sido un país excesivamente dependiente de Estados Unidos para su propio desarrollo”.
A medida de que nos acercamos al bicentenario de la independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, el país parece estar en un punto de llegar a la ingobernabilidad. Esto me ha llevado a reflexionar que la única manera que podemos reencauzar al país, es replanteándolo en todos sus aspectos. Evidentemente esto no será sencillo, al menos que nuestros políticos y los partidos se comprometan a trabajar en serio por el bien del país y sobre todo para el fortalecimiento de éste. En caso de que estos sigan por el mismo camino que hasta ahora han tomado; no es para alarmar ni mucho menos para incitar a la violencia, pero como se ha demostrado en el pasado y está plasmada en los anales de la historia universal, un levantamiento social podría ser la solución. Digo esto, ya que muchos de los levantamientos sociales y revoluciones que han ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad ha sido sencillamente por el hartazgo del pueblo hacia sus representantes y gobernantes. Ryszard Kapuscinski, considerado el mejor periodista del siglo XX, describe muy bien este fenómeno social en su libro “El Sha o la desmesura del poder”, en la que señala, que el pueblo es muy similar a una olla express, empieza acumular todo los abusos por parte del poder hasta que llegan a un punto que estallan y se levantan contra sus represores.
A casi de 200 años de la gesta de la guerra de la independencia México no ha podido superar sus carencias, como la desigualdad social, la pobreza y sobre todo ha sido un país excesivamente dependiente de Estados Unidos para su propio desarrollo. Es decir, lo que suceda en el país del Tío Sam permitirá o impedirá que haya o no un desarrollo socio-económico en nuestro país. Es evidente que en un mundo globalizado como el que estamos viviendo hoy en día, es necesaria la colaboración entre naciones, sin embargo no hay que depender al cien por ciento de ésta.
Con la llamada “transición” política en al año 2000, el ex presidente, Vicente Fox, prometió cambios radicales, pero sobre todo dijo que haría crecer la economía a 7% anual, el mismo porcentaje de crecimiento de la economía china en aquél entonces, ya que en la actualidad es de 9% anual. Sin embargo, la realidad fue otra, la economía mexicana se estacó y aún sigue estancada, situación que para nada le favorece al actual primer mandatario, Felipe Calderón, y a pesar de esto, prometió ser el presidente del “empleo”, y ya estando en el poder, tuvo que retractarse justificando que la situación de la economía estadounidense impediría esto.
Lo anterior es uno de tantos ejemplos de cómo nuestros gobernantes se limpian las manos para no cumplir sus promesas de campaña. Creo que ya es hora de que empiecen a gobernar en serio y crear mecanismos y políticas para ser más dependiente y protegernos ante fenómenos económicos como la que esta atravesando actualmente Estados Unidos.
Ahora bien, de lo anterior agreguemos el incremento de la violencia a raíz de la guerra frontal contra el narcotráfico y del crimen organizado del presidente Calderón, que hasta la fecha no hemos visto resultados, a pesar de los extraordinarios decomisos y capturas de narcotraficantes por parte del ejército y del AFI, eso de ninguna manera se ha traducido en la tranquilidad y seguridad de la ciudadanía, y más aún después del ataque “terrorista” contra civiles en Morelia, Michoacán. Si le sumamos a esto, secuestros, asaltos, robo con violencia y además funcionarios públicos cómplices de bandas criminales e incluso participes de actos delincuenciales. Si la sociedad no ve resultados pronto en el tema de seguridad y socio-económico, no me cabe la menor duda que el hartazgo que ya siente gran parte de la sociedad se traduzca en algo más extremo que orille a la expulsión de la clase política. Indudablemente el país requiere replantarse en todo los aspectos, partiendo por definir ¿qué país queremos ser?, ¿hacía dónde queremos llegar?, ¿y cómo lograrlo? Teniendo claro esto podremos empezar a reconstruir nuestro país.
“A casi de 200 años de la gesta de la guerra de la independencia,México no ha podido superar sus carencias, como la desigualdad social, la pobreza y sobre todo ha sido un país excesivamente dependiente de Estados Unidos para su propio desarrollo”.
A medida de que nos acercamos al bicentenario de la independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, el país parece estar en un punto de llegar a la ingobernabilidad. Esto me ha llevado a reflexionar que la única manera que podemos reencauzar al país, es replanteándolo en todos sus aspectos. Evidentemente esto no será sencillo, al menos que nuestros políticos y los partidos se comprometan a trabajar en serio por el bien del país y sobre todo para el fortalecimiento de éste. En caso de que estos sigan por el mismo camino que hasta ahora han tomado; no es para alarmar ni mucho menos para incitar a la violencia, pero como se ha demostrado en el pasado y está plasmada en los anales de la historia universal, un levantamiento social podría ser la solución. Digo esto, ya que muchos de los levantamientos sociales y revoluciones que han ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad ha sido sencillamente por el hartazgo del pueblo hacia sus representantes y gobernantes. Ryszard Kapuscinski, considerado el mejor periodista del siglo XX, describe muy bien este fenómeno social en su libro “El Sha o la desmesura del poder”, en la que señala, que el pueblo es muy similar a una olla express, empieza acumular todo los abusos por parte del poder hasta que llegan a un punto que estallan y se levantan contra sus represores.
A casi de 200 años de la gesta de la guerra de la independencia México no ha podido superar sus carencias, como la desigualdad social, la pobreza y sobre todo ha sido un país excesivamente dependiente de Estados Unidos para su propio desarrollo. Es decir, lo que suceda en el país del Tío Sam permitirá o impedirá que haya o no un desarrollo socio-económico en nuestro país. Es evidente que en un mundo globalizado como el que estamos viviendo hoy en día, es necesaria la colaboración entre naciones, sin embargo no hay que depender al cien por ciento de ésta.
Con la llamada “transición” política en al año 2000, el ex presidente, Vicente Fox, prometió cambios radicales, pero sobre todo dijo que haría crecer la economía a 7% anual, el mismo porcentaje de crecimiento de la economía china en aquél entonces, ya que en la actualidad es de 9% anual. Sin embargo, la realidad fue otra, la economía mexicana se estacó y aún sigue estancada, situación que para nada le favorece al actual primer mandatario, Felipe Calderón, y a pesar de esto, prometió ser el presidente del “empleo”, y ya estando en el poder, tuvo que retractarse justificando que la situación de la economía estadounidense impediría esto.
Lo anterior es uno de tantos ejemplos de cómo nuestros gobernantes se limpian las manos para no cumplir sus promesas de campaña. Creo que ya es hora de que empiecen a gobernar en serio y crear mecanismos y políticas para ser más dependiente y protegernos ante fenómenos económicos como la que esta atravesando actualmente Estados Unidos.
Ahora bien, de lo anterior agreguemos el incremento de la violencia a raíz de la guerra frontal contra el narcotráfico y del crimen organizado del presidente Calderón, que hasta la fecha no hemos visto resultados, a pesar de los extraordinarios decomisos y capturas de narcotraficantes por parte del ejército y del AFI, eso de ninguna manera se ha traducido en la tranquilidad y seguridad de la ciudadanía, y más aún después del ataque “terrorista” contra civiles en Morelia, Michoacán. Si le sumamos a esto, secuestros, asaltos, robo con violencia y además funcionarios públicos cómplices de bandas criminales e incluso participes de actos delincuenciales. Si la sociedad no ve resultados pronto en el tema de seguridad y socio-económico, no me cabe la menor duda que el hartazgo que ya siente gran parte de la sociedad se traduzca en algo más extremo que orille a la expulsión de la clase política. Indudablemente el país requiere replantarse en todo los aspectos, partiendo por definir ¿qué país queremos ser?, ¿hacía dónde queremos llegar?, ¿y cómo lograrlo? Teniendo claro esto podremos empezar a reconstruir nuestro país.
Technorati ProfileMéxico, levantamiento social, pobreza, desigualad,crimen organizados, guerra del narcotráfico, violencia, Felipe Calderón, Vicente Fox, economía, empleo, equisy
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