"Nadie en su sano juicio hubiera sugerido que en la primera década del siglo XXI, los acuerdos comerciales pueden pasar a mejor vida"
Por: Carlos Infante López
Columnista
En los últimos lustros el mundo ha avanzado para abatir esquemas proteccionistas y subsidios económicos para impulsar el comercio internacional. El TLC fue el primer acuerdo de gran alcance, México, Canadá y Estados Unidos firmaron mecanismos de comercio como nunca antes había ocurrido. Los distintos bloques económicos tales como los países de la cuenca del Pacífico, la Unión Europea y el cono suramericano siguieron con algunas variantes al TLC. Aunque este acuerdo mejoro el intercambio comercial entre los 3 países, la situación económica, sobre todo en el caso de México, no ha mejorado sustancialmente, en parte por los esquemas oligopólicos que los consumidores mexicanos sufren.
Nadie en su sano juicio hubiera sugerido que en la primera década del siglo XXI, los acuerdos comerciales pueden pasar a mejor vida. Afirmo lo anterior porque la crisis alimentaria que se está padeciendo, hará que las políticas públicas y comerciales sean analizadas bajo otra óptica. Las razones para que la oferta de bienes alimenticios esté en niveles insuficientes, tiene diversos orígenes, el cambio climático, el uso de bienes agrícolas para producir combustible pero el más severo es la capacidad de compra de los ciudadanos chinos e hindúes, que seguirá creciendo en las siguientes décadas, salvo que algunos países impongan nuevos aranceles para impedir las importaciones chinas que son un motor muy poderoso para que el ingreso per cápita de los ciudadanos chinos esté mejorando de manera constante. Por otro lado, la India es un gran exportador de granos, pero si el gobierno de ese país decide, primero alimentar a su pueblo y luego exportar los sobrantes de su producción agrícola, varios países podrían resentir esta decisión. Además los subsidios al sector agrícola que Estados Unidos y la Unión Europea tienen como política, podría desalentar que los socios actuales acepten tratados de libre comercio en condiciones desventajosas.
Este tema es una oportunidad para confirmar que nada es permanente, los tratados comerciales que eran vistos como una panacea para disminuir los desequilibrios en el ingreso de los distintos países, ahora enfrenta el serio reto de alimentar a economías desarrolladas, emergentes y países con un alto grado de miseria como es el caso de muchos países africanos. No hay respuesta fáciles para un entorno tan escabroso, confiemos que el hombre encontrará soluciones adecuadas para el reto que nunca nadie anticipo.
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