Por: Gabriel Infante CarrilloAl poco tiempo de ser dada de alta del hospital militar en Quito, Lucía Andrea Morett ahora se encuentra en la capital nicaragüense en calidad, según en voz del propio presidente Daniel Ortega, como de “tránsito” y “descansando”, y que podrá regresar a México cuando ella “considere” conveniente. Por otro lado, la llegada de la única sobreviviente mexicana del bombardeo del 1 de marzo al campamento de las FARC, dónde muere el número dos de la guerrilla colombiana, Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano; ha generado un verdadero debate a nivel político en Nicaragua, tras la decisión del gobierno del presidente Ortega de ofrecerle, según el Nuevo Diario de Managua “albergue” y “asilo”, justificando dicha decisión como un gesto humanitario. Asimismo el diario citó reacciones del embajador de México en dicho país, Raúl López, que me llamo la atención una declaración en particular. Él afirma que en México “no existe ningún proceso penal, nadie la persigue y no tiene ninguna acusación”. La cual, hay que aclarar y señalar, que sí existe una denuncia ante la Procuraduría General de República contra Morett por terrorismo, terrorismo internacional y apología del delito, interpuesta por el Consejo de Seguridad Pública y la Justicia penal, una asociación civil mexicana.
Previo a su traslado a la capital nicaragüense, Lucía Morett fue entrevistada por tres distintos medios de comunicación: ECUAVISA de Ecuador, Radio Fórmula con el periodista mexicano Ciro Gómez Leyva y W Radio Colombia, y debo decir que encontré varias contradicciones en sus declaraciones.
En la entrevista realizada por la televisora ecuatoriana el lunes 14 de abril, el periodista Carlos Vera le preguntó a Morett ¿quién fue el contacto para poder ingresar al campamento?, la repuesta fue la siguiente: “ Desconozco como se hizo el contacto porque quién lo hizo lamentablemente fue asesinado cobardemente”. Esta es una clara contradicción ¿cómo puede saber que dicha persona fue asesinada sin nunca lo conoció y ni lo vio?, pero asegura qué él estaba ahí en el mismo campamento en la que se encontraba ella.
En el caso de la entrevista con W Radio Colombia, Morett asegura que en el campamento no había armas y que las únicas armas que vio fue las del ejército colombiano. Esta afirmación es sumamente inverosímil, ¿cómo puede ser que un grupo guerrillero pueda andar desarmado? o ¿quizá será porque estaban en Ecuador? y como afirmó ella a otra de las preguntas de la emisora colombiana, que la razón por la que fue al campamento fue porque era un campamento seguro, tranquilo, porque estaban en Ecuador y porque se estaba trabajando propuestas de paz. Esta afirmación me da entender que las FARC se pueden mover por el territorio ecuatoriano con toda libertad y tranquilidad por lo que no necesitan estar armados.
Lucía Morett reiteradamente ha dicho, cada vez que le preguntan sobre sus vínculos con las FARC, que le ha molestado mucho e indignado la forma que han tratado de criminalizarla. Sin embargo, W Radio le hizo la siguiente pregunta: “¿Cada vez que le nombramos a las FARC, usted dice que la estamos criminalizando, usted considera entonces que las FARC es una organización criminal?” Lucía Morett titubea, se va por la tangente, dice muchas cosas menos responder a la pregunta, finalmente dijo: “No, eso lo considera en todo caso usted, mi país no lo considera terrorista mucho menos”. ¿Entonces porqué se indigna se molesta y dice que la están criminalizando?
Al preguntarle sobre cuando regresará a México, en ECUAVISA, afirmó por un lado: “Yo estoy tranquila, no tengo nada que ocultar”, y un poco más adelante afirmó lo siguiente: "Temo por mi vida, porque se que hay intereses por parte del gobierno colombiano, particularmente, de que yo me quede callada, porque en esos dos bombardeos, en esa incursión del ejército y policía colombiana se cometieron una serie de delitos contra el derecho internacional y una serie de violaciones a los derechos humanos, yo fui testigo y yo puedo hablar ahora”. En W Radio, declara lo mismo, pero añade que teme que un sicario puede atentar contra su vida. En Radio Fórmula su respuesta en ese sentido fue totalmente distinta: “Yo voy a ir a México cuando estén las condiciones dadas. Se ha hablado mucho de mi, se ha especulado mucho, se ha dicho muchas mentiras, muchas infamias, se me quiere acusar incluso de narcotráfico”.
Si ella asegura que es inocente y que fue victima de una “mascare”, y testigo de una serie de delitos y violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas colombianas ¿entonces porque no regresa a México?, ¿por qué no enfrenta la demanda interpuesta por el Consejos de Seguridad Pública y Justicia Penal?, y aclara una vez por todas esas especulaciones, mentiras e infamias que ella señala que existen; ¿por qué no da la cara a la opinión pública y demuestra su inocencia? En lugar de irse a refugiarse en Nicaragua y quién sabe mañana a dónde más va ir a pedir asilo.
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