Las FARC en México

Por: Gabriel Infante Carrillo

Los acontecimientos recientes que llevó a una crisis diplomática entre Colombia, Ecuador y Venezuela, y que se unió Nicaragua un día antes de la XX Cumbre de Grupo de Río en Santo Domingo y que aparentemente fue superada al cierre de este encuentro, nos permitió conocer la magnitud de alcance que tiene el grupo guerrillero colombiano y que debe de poner en alerta al gobierno mexicano, tras conocer la presencia de jóvenes mexicanos en el campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, atacado por el ejército colombiano en territorio ecuatoriano.

Entre los estudiantes mexicanos que el gobierno ecuatoriano ha confirmado y que se presume se encontraban en el campamento durante el ataque son: Fernando Franco Delgado, Soren Ulises Avilés Ángeles, Juan González del Castillo, Verónica Natalia Velásquez y la sobreviviente Lucía Andrea Morett Álvarez. Sin embargo, el periódico El Universal informó el 8 de marzo, que agentes mexicanos de inteligencia que se trasladaron a Ecuador para indagar la situación de estas personas detectaron a otro sobreviviente connacional identificado como Dagoberto, uno de los que mantenía vigilados en las células de apoyo político a la guerrilla colombiana, merodeando por el hospital militar dónde se encuentra recuperándose Lucía Andrea Morett Álvarez, y que huyó al ver el cerco militar. Según una fuente mexicana éste individuo es el responsable de las finanzas de ese grupo de enlace con las FARC para la organización de eventos, seminarios y actividades de propaganda.

En el caso de Lucía Morett Álvarez, tanto ella como sus padres han negado que tenga vinculación con las FARC, sin embargo no han dado una explicación convincente del porqué de su presencia en el campamento dónde perdió la vida el número dos de las FARC, Raúl Reyes. Ella dice que se encontraba ahí haciendo una investigación sobre el grupo guerrillero, pero al momento que incursionaron los soldados colombianos al campamento, ella se encontraba amarrada y afirmó que esto se debió a que estaba castigada. Esto evidentemente es un indicativo que no estaba ahí de visita sino por razones de otra índole, la cual el viernes altos funcionarios de Colombia confirmaron al periódico El Universal, que varios estudiantes chilenos y mexicanos estaban siendo entrenados por las FARC, y que Lucía Morett Álvarez estaba participando en un curso de entrenamiento de explosivos, y cuyo propósito se desconoce. Además autoridades colombianas tienen en su poder documentos obtenidos de las computadoras del fallecido líder guerrillero que dan cuenta de sus actividades clandestinas y vinculaciones con grupos subversivos mexicanos como se comprueba con un correo electrónico digerido a un tal Fermín, uno de los supuestos dirigentes del grupo subversivo mexicano autodenominada Milicia Insurgente Ricardo Flores Magón.

Por su parte, el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, afirmó en entrevista para El Universal, que “las FARC ha penetrado en las universidades y tienen mucha presencia a través de grupos de estudio, además de las relaciones de narco con los cárteles, ya que el tráfico de droga es su principal fuente de financiamiento”, y aseguró que para las FARC México siempre ha sido importante, y la prueba es la oficina que tenían y que se cerró durante el sexenio pasado.

Estas revelaciones son gravísimas y que debe de tomar en cuenta México y seguir colaborando con el gobierno de Colombia. Ya que al parecer las FARC ya no es sólo una amenaza para Colombia sino para la región, como afirmó el vicepresidente colombiano. No hay que olvidar los apoyos que recibe el grupo guerrillero por parte de algunos gobiernos de la región, como el de Hugo Chávez Frías, y que no cabe duda alguna que dicho apoyo existe, pues los documentos hallados en las computadoras de Luis Edgar Dávila, alias Raúl Reyes, donde revela una clara colaboración de éste con la guerrilla, así como el minuto de silencio que pidió durante su programa dominical Aló Presidente para Reyes; y sobre todo la ideologización de la educación en la que inculcan el pensamiento de líderes de izquierda como la de Manuel Marulanda, número uno de las FARC, y que Gabriel Gómez, estudiante colombiano que obtuvo una beca para estudiar medicina en Venezuela denunció esto en los medios de comunicación, la cual se difundió en el canal de televisión colombiana, Caracol Televisión el 21 de julio de 2007 y Radio Caracas Televisión (RCTV) el 23 del mismo mes, así como las agresiones que sufrió por parte de sus compañeros por no compartir la misma ideología.

El gobierno mexicano no debe dejar pasar estas advertencias y colaborar plenamente con el gobierno colombiano para frenar cualquier intento de reproducción de las FARC en nuestros país y cualquier actividad clandestina que ponga en riesgo la seguridad nacional y la de Colombia.


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