Por: Gabriel Infante Carrillo
El martes 25 de febrero tanto la Asamblea Legislativa del Distrito Federal como el Senado de la República aprobó en lo general y particular la ley antitabaco, en la que garantizará espacios públicos cerrados 100% libres de humo de cigarro, ya que se prohibirá fumar en espacios tales como restaurantes, bares, oficinas, instituciones educativas y universidades, antros, centros comerciales, entre otros, al menos que cuenten con espacios al aire libre o interiores aislados que cuenten con mecanismo que eviten el traslado de partículas hacia aquellos exentos del humo de tabaco, y no sea paso obligado a los no fumadores.
Esta ley ha generado mucha inconformidad por parte de las tabacaleras, restauranteros, antreros, pero en especial a los fumadores, ya que consideran que la ley los discrimina, pues tendrá que salir a fumar su cigarrillo afuera del establecimiento en el que se encuentren. También argumentan que dicha ley “pretende prohibir el consumo de cigarro”. No sé si esta percepción es real o sólo intentan confundir a la opinión pública. La ley no les prohíbe que fumen, ellos lo podrán seguir haciendo, pero en lugares privados, como en sus hogares, automóviles, en espacios al aire libre, como mencioné al inicio. Hay que dejar bien en claro que la ley lo único que pretende es proteger a las personas no fumadoras, que por años han tenido que soportar el humo del cigarro de los fumadores, y que a la larga resultan afectadas por el vicio de otras personas.
Todos estamos concientes que cualquier vicio, sea cual sea, puede traer consigo repercusiones negativas, sin embargo cada quién es responsable lo que hace con su cuerpo, pero en el caso del tabaquismo, el fumador no está solamente afectando sus pulmones, sino también los pulmón de otras personas ajenas al cicgarrillo. Según un artículo médico, escrita por Karina Galarza Vásquez y publicada por el portal Salud y Medicinas.com.mx, afirma que una persona no fumadora que ésta en un “antro” saturado de humo por espacio de seis horas, termina inhalando equivalente a una cajetilla completa.
Hay que subrayar que a partir del martes existen dos leyes antitabaco la federal y la de la Ciudad de México, ambas establece espacios públicos 100% libres de humo, lo único que difieren es en el tipo de sanciones; mientras que la federal las sanciones no son tan severas, las de la Ciudad de México si lo son. Las sanciones van desde arresto por 36 horas y multas por hasta 1, 500 pesos para quienes insistan en fumar en los sitios prohibidos, y de 131, 425 pesos para los dueños de los sitios que lo permitan.
Puede parecer excesivas las sanciones, no sé que tan efectivas puedan llegar hacer para que se haga cumplir la ley, pero ¿será que estas sanciones es consecuencia a la pésima cultura cívica que tenemos los mexicanos, pues siempre buscamos maneras para brincarnos las normas?
Sí países tan desarrollados como las de la Unión Europea, y diversas ciudades de Estados Unidos, que ya han adoptado estas misma medida, no es considerada como discriminatoria, por lo que tampoco debe ser considerada en nuestro país como tal, al contrario es una medida que favorece la convivencia y proteger la salud de muchos ciudadanos no fumandores.
El martes 25 de febrero tanto la Asamblea Legislativa del Distrito Federal como el Senado de la República aprobó en lo general y particular la ley antitabaco, en la que garantizará espacios públicos cerrados 100% libres de humo de cigarro, ya que se prohibirá fumar en espacios tales como restaurantes, bares, oficinas, instituciones educativas y universidades, antros, centros comerciales, entre otros, al menos que cuenten con espacios al aire libre o interiores aislados que cuenten con mecanismo que eviten el traslado de partículas hacia aquellos exentos del humo de tabaco, y no sea paso obligado a los no fumadores.
Esta ley ha generado mucha inconformidad por parte de las tabacaleras, restauranteros, antreros, pero en especial a los fumadores, ya que consideran que la ley los discrimina, pues tendrá que salir a fumar su cigarrillo afuera del establecimiento en el que se encuentren. También argumentan que dicha ley “pretende prohibir el consumo de cigarro”. No sé si esta percepción es real o sólo intentan confundir a la opinión pública. La ley no les prohíbe que fumen, ellos lo podrán seguir haciendo, pero en lugares privados, como en sus hogares, automóviles, en espacios al aire libre, como mencioné al inicio. Hay que dejar bien en claro que la ley lo único que pretende es proteger a las personas no fumadoras, que por años han tenido que soportar el humo del cigarro de los fumadores, y que a la larga resultan afectadas por el vicio de otras personas.
Todos estamos concientes que cualquier vicio, sea cual sea, puede traer consigo repercusiones negativas, sin embargo cada quién es responsable lo que hace con su cuerpo, pero en el caso del tabaquismo, el fumador no está solamente afectando sus pulmones, sino también los pulmón de otras personas ajenas al cicgarrillo. Según un artículo médico, escrita por Karina Galarza Vásquez y publicada por el portal Salud y Medicinas.com.mx, afirma que una persona no fumadora que ésta en un “antro” saturado de humo por espacio de seis horas, termina inhalando equivalente a una cajetilla completa.
Hay que subrayar que a partir del martes existen dos leyes antitabaco la federal y la de la Ciudad de México, ambas establece espacios públicos 100% libres de humo, lo único que difieren es en el tipo de sanciones; mientras que la federal las sanciones no son tan severas, las de la Ciudad de México si lo son. Las sanciones van desde arresto por 36 horas y multas por hasta 1, 500 pesos para quienes insistan en fumar en los sitios prohibidos, y de 131, 425 pesos para los dueños de los sitios que lo permitan.
Puede parecer excesivas las sanciones, no sé que tan efectivas puedan llegar hacer para que se haga cumplir la ley, pero ¿será que estas sanciones es consecuencia a la pésima cultura cívica que tenemos los mexicanos, pues siempre buscamos maneras para brincarnos las normas?
Sí países tan desarrollados como las de la Unión Europea, y diversas ciudades de Estados Unidos, que ya han adoptado estas misma medida, no es considerada como discriminatoria, por lo que tampoco debe ser considerada en nuestro país como tal, al contrario es una medida que favorece la convivencia y proteger la salud de muchos ciudadanos no fumandores.
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Lo lei en el Rincon de Mozyto
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