Por Gabriel Infante Carrillo
En la última columna aborde el tema de la libertad de expresión en México, y bueno, pensé que este tema lo volvería abordar nuevamente hasta la publicación del informe de Reporteros Sin Frontera de este año. Sin embargo, no quiero perder la oportunidad de comentar sobre la salida de la reconocida periodista Carmen Aristegui de W Radio, el viernes 4 de enero. Su salida, no fue por decisión de ella, sino de los ejecutivos de la radiodifusora, propiedad de Grupo Prisa y Televisa. Las razones, según de la propia Carmen Aristegui, es que no le renovaron el contrato, que precisamente se venció ese mismo día, debido a la incompatibilidad editorial con el modelo de dirección editorial que determinó la empresa, por lo que le notificaron el jueves de su inminente salida.
Hay que señalar, que la emisión Hoy por Hoy, que conducía la periodista; el 2007 cosecharon varios éxitos al recibir el Premio Nacional de Periodismo, otorgado por colegas del gremio, y el Premio Ondas de Radio Barcelona de España a talento Iberoamericano en cine, radio y televisión. No es para menos, pues en ese espacio radiofónico, se difundió las llamadas entre el empresario Kamel Nacif y el gobernador de Puebla Mario Marín sobre el caso de la periodista Lydia Cacho, así como el caso Zongólica, las cuales tuvieron un gran impacto mediático.
Como dije hace dos semanas, los medios de comunicación no tienen el menor interés por defender la libertad de expresión, sino defender su negocio, que es más que nada, poder cobrar muchos millones de pesos a los partidos para la difusión de la propaganda política. ¿Será acaso una revancha de Televisa contra Carmen Aristegui, por defender el dictamen de la Suprema Corte de Justicia que tumbó la ley de Radio y Televisión, mejor conocida como “Ley Televisa” o por no seguir el juego de los concesionarios en la campaña contra la Reforma Electoral? Éste hecho confirma una vez más, que las grandes empresas de medios sólo trabajan para su intereses y no por una sociedad mejor informada. Algunos pueden reprocharle a Aristegui de ser necia por no alinearse al modelo editorial de la empresa, pero es precisamente este punto que los empresarios de los medios no logran entender, que a un periodista no se le puede obligar a que vayan en contra de su ética periodística. Son pocos los verdaderos periodista en este país, Carmen Aristegui, sin duda es una de estos. México necesita medios de comunicación democráticos, en dónde se puede disentir libremente.
EquisY Radio
En la última columna aborde el tema de la libertad de expresión en México, y bueno, pensé que este tema lo volvería abordar nuevamente hasta la publicación del informe de Reporteros Sin Frontera de este año. Sin embargo, no quiero perder la oportunidad de comentar sobre la salida de la reconocida periodista Carmen Aristegui de W Radio, el viernes 4 de enero. Su salida, no fue por decisión de ella, sino de los ejecutivos de la radiodifusora, propiedad de Grupo Prisa y Televisa. Las razones, según de la propia Carmen Aristegui, es que no le renovaron el contrato, que precisamente se venció ese mismo día, debido a la incompatibilidad editorial con el modelo de dirección editorial que determinó la empresa, por lo que le notificaron el jueves de su inminente salida.
Hay que señalar, que la emisión Hoy por Hoy, que conducía la periodista; el 2007 cosecharon varios éxitos al recibir el Premio Nacional de Periodismo, otorgado por colegas del gremio, y el Premio Ondas de Radio Barcelona de España a talento Iberoamericano en cine, radio y televisión. No es para menos, pues en ese espacio radiofónico, se difundió las llamadas entre el empresario Kamel Nacif y el gobernador de Puebla Mario Marín sobre el caso de la periodista Lydia Cacho, así como el caso Zongólica, las cuales tuvieron un gran impacto mediático.
Como dije hace dos semanas, los medios de comunicación no tienen el menor interés por defender la libertad de expresión, sino defender su negocio, que es más que nada, poder cobrar muchos millones de pesos a los partidos para la difusión de la propaganda política. ¿Será acaso una revancha de Televisa contra Carmen Aristegui, por defender el dictamen de la Suprema Corte de Justicia que tumbó la ley de Radio y Televisión, mejor conocida como “Ley Televisa” o por no seguir el juego de los concesionarios en la campaña contra la Reforma Electoral? Éste hecho confirma una vez más, que las grandes empresas de medios sólo trabajan para su intereses y no por una sociedad mejor informada. Algunos pueden reprocharle a Aristegui de ser necia por no alinearse al modelo editorial de la empresa, pero es precisamente este punto que los empresarios de los medios no logran entender, que a un periodista no se le puede obligar a que vayan en contra de su ética periodística. Son pocos los verdaderos periodista en este país, Carmen Aristegui, sin duda es una de estos. México necesita medios de comunicación democráticos, en dónde se puede disentir libremente.
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