Por: Gabriel Infante Carrillo
“…el reparto del agua era para el turcomano un acontecimiento tan importante como el estallido de una guerra o la firma de la paz. Dependía de él prácticamente todo[…] El agua era objeto de especulación, una mercancía del mercado negro. Existía la bolsa del agua, el boom del agua, el crack del agua. Especulando con ella, la gente ganaba grandes fortunas o se arruinaba.”
El Imperio
Ryszard Kapuscinski
Lo anterior, parece ser una exageración, sin embargo, es un claro ejemplo de lo que el hombre es capaz de hacer para afrontar, en este caso, las inclemencias del desierto y poder sobrevivir. Desgraciadamente, en un no muy lejano futuro, estaremos viviendo el mismo escenario por causa del calentamiento global, según indican los más recientes informes de la ONU y organizaciones ambientalistas. En el marco del día mundial del agua, 22 de marzo, se dio a conocer un informe del Programa Mundial del Agua Dulce, del Fondo Mundial para la Naturaleza, diez de los más importantes ríos del mundo están agonizado. Entre los ríos, se encuentran dos en América, el río Grande y río de la Plata, en Europa el Danubio; uno en Afríca, el Nilo- Lago Victoria; y otro en Australia, el Murria – Darling. Los otros cinco se encuentran en Asía: Chanjiang, Mekong, Salween, Ganges e Indo.
En los últimos veinte años, los gobiernos y organizaciones ambientalista solamente se han enfocado en los desastres naturales que esta trayendo ésto, pero nunca las consecuencias socio-políticas, hasta penas unos días, cuando el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, calificó a este problema como un amenaza a la paz mundial ante la posibilidad de nuevas guerras; alteración fronteriza; interrupción de suministro de energía, y la más grave, a mi parecer, un éxodo masivo de personas en busca de agua y alimento; ya que en un informe de la ONU, dado a conocer el pasado 4 de abril, se pronostica un 66 por ciento de probabilidad, que desde ahora hasta el 2080 entre mil 100 y 3 mil 200 millones de personas sufran por falta de agua y, entre 200 y 600 millones, de hambre. Asimismo, a causa del aumento del nivel de los océanos se verán obligados poblaciones enteras a emigrar a otros países, ya que ésta amenaza la existencia de naciones enteras como las Islas Malvinas.
Como podemos observar estamos ante un futuro nada favorecedor, tal vez lo vemos muy lejano y quizá muchos de nosotros no estaremos vivos cuando la situación del calentamiento global llegue a sus clímax. Aquí el punto es, que todos debemos colaborar para poder revertir esto, que nosotros mismo causamos, y tratar al menos reducir lo más que se pueda los efectos del calentamiento global, de lo contrario los que padecerán todo este infierno, serán las nuevas generaciones, y no dudemos ni por un momento que nos lo reprocharan.
“…el reparto del agua era para el turcomano un acontecimiento tan importante como el estallido de una guerra o la firma de la paz. Dependía de él prácticamente todo[…] El agua era objeto de especulación, una mercancía del mercado negro. Existía la bolsa del agua, el boom del agua, el crack del agua. Especulando con ella, la gente ganaba grandes fortunas o se arruinaba.”
El Imperio
Ryszard Kapuscinski
Lo anterior, parece ser una exageración, sin embargo, es un claro ejemplo de lo que el hombre es capaz de hacer para afrontar, en este caso, las inclemencias del desierto y poder sobrevivir. Desgraciadamente, en un no muy lejano futuro, estaremos viviendo el mismo escenario por causa del calentamiento global, según indican los más recientes informes de la ONU y organizaciones ambientalistas. En el marco del día mundial del agua, 22 de marzo, se dio a conocer un informe del Programa Mundial del Agua Dulce, del Fondo Mundial para la Naturaleza, diez de los más importantes ríos del mundo están agonizado. Entre los ríos, se encuentran dos en América, el río Grande y río de la Plata, en Europa el Danubio; uno en Afríca, el Nilo- Lago Victoria; y otro en Australia, el Murria – Darling. Los otros cinco se encuentran en Asía: Chanjiang, Mekong, Salween, Ganges e Indo.
En los últimos veinte años, los gobiernos y organizaciones ambientalista solamente se han enfocado en los desastres naturales que esta trayendo ésto, pero nunca las consecuencias socio-políticas, hasta penas unos días, cuando el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, calificó a este problema como un amenaza a la paz mundial ante la posibilidad de nuevas guerras; alteración fronteriza; interrupción de suministro de energía, y la más grave, a mi parecer, un éxodo masivo de personas en busca de agua y alimento; ya que en un informe de la ONU, dado a conocer el pasado 4 de abril, se pronostica un 66 por ciento de probabilidad, que desde ahora hasta el 2080 entre mil 100 y 3 mil 200 millones de personas sufran por falta de agua y, entre 200 y 600 millones, de hambre. Asimismo, a causa del aumento del nivel de los océanos se verán obligados poblaciones enteras a emigrar a otros países, ya que ésta amenaza la existencia de naciones enteras como las Islas Malvinas.
Como podemos observar estamos ante un futuro nada favorecedor, tal vez lo vemos muy lejano y quizá muchos de nosotros no estaremos vivos cuando la situación del calentamiento global llegue a sus clímax. Aquí el punto es, que todos debemos colaborar para poder revertir esto, que nosotros mismo causamos, y tratar al menos reducir lo más que se pueda los efectos del calentamiento global, de lo contrario los que padecerán todo este infierno, serán las nuevas generaciones, y no dudemos ni por un momento que nos lo reprocharan.
Comentarios
Que interesante tu articulo, hace poco vi el documental "La Verdad Incomoda" de Al Gore, donde toca los mismos temas.
Ojala nos ayude a concientizar sobre el medio ambiente.
Cariños,
Andrea.
Saludos;
Paola Carreto.